Cada 13 de mayo, la Iglesia Católica celebra a Nuestra Señora de Fátima, una de las advocaciones marianas más queridas a nivel mundial en dicha religión. En esta fecha especialmente, en 1917, la Madre de Dios se apareció por primera vez a tres humildes pastorcitos en Cova de Iría, Fátima, Portugal.
El nombre oficial de la advocación mariana es «Nuestra Señora del Rosario de Fátima». La mención al Santo Rosario responde a las constantes peticiones de la Virgen por todos los católicos, específicamente para que se encuentra la paz en el mundo.
Meses después de las apariciones, Francisco y Jacinta Marto (los hermanos), fallecieron a causa de la enfermedad. Lucía Santos sobrevivió y se convertiría en monja de clausura.
Al pasar los años, la Iglesia reconoció el testimonio de los niños y la veracidad de las apariciones milagrosas de la Madre de Dios. Posteriormente, el Papa Peregrino, en el 2000, beatificó a los videntes Jacinta y Francisco, en una ceremonia que relató la presencia de Sor Lucía, la última sobreviviente de los tres. La religiosa falleció en 2005.
Finalmente, el 13 de mayo de 2017, el Papa Francisco viajó a la ciudad de Fátima en el marco del primer centenario de las apariciones. Dicho día, el pontífice canonizó a los pastorcitos Francisco y Jacinta, convirtiéndose en los santos no mártires más jóvenes de la Iglesia.