Las instalaciones de la Asamblea Legislativa fueron allanadas, el pasado martes, como parte de una investigación por la presunta existencia de plazas fantasmas, según informó el Ministerio Público.
De acuerdo con las autoridades, la investigación se desarrolla debido a la supuesta existencia de plazas que aparecen como empleadas de ese Órgano de Estado, pero que solo llegan a cobrar salarios, y también se extiende a las personas que habrían autorizado esas plazas.
Aunque algunas fracciones legislativas han negado la existencia de estas plazas, una empleada denunció que, luego de que salieron a la luz los señalamientos, el parqueo del Parlamento luce totalmente lleno.
«Empleada legislativa: ´Llevamos como 8 días en que tenemos que llegar una hora antes de la entrada, porque los que no venían y ahora han aparecido, llenan el parqueo´», cita el periodista Héctor Peñate, en su cuenta oficial de Twitter.
Tras las denuncias del Sindicato de Trabajadores de la Asambles (SITRAL), la semana pasada, el presidente del Congreso, Mario Ponce, explicó que al asumir la administración de la Asamblea se encontró con que muchas plazas ya habían sido contratadas en gestiones anteriores. También mencionó que trató de “ordenar la casa”, pero no pudo por “intereses de otros partidos”.
Comentó que habría puesto en marcha un decreto de retiro voluntario en el que ofreció hasta $35,000 de compensación para que “se fueran todos aquellos que no trabajan en la institución o que están de más en la institución ¿Cuántos creen que aplicaron en ese decreto? Solo 14 personas, no se quisieron ir”, señaló. Además dijo que al asumir el cargo, el expresidente de la Asamblea, Norman Quijano de ARENA, le dejó “una situación complicada”.
En la Asamblea Legislativa hay 2,400 plazas, de las que cerca de 1,100 están asignadas a partidos políticos.