Las empresas centroamericanas en Nicaragua se están viendo vulneradas como resultado de las dinámicas arbitrarias gubernamentales, donde la palabra “expropiación” se ha convertido en un fantasma de acecho para la operatividad de las mismas.
Uno de los últimos hechos, es el caso de la envasadora de gas licuado Tomza, empresa de origen guatemalteco y con presencia en diferentes países de Centroamérica; se convirtió en una de las últimas empresas expropiadas por dicho gobierno.
La empresa que está bajo la custodia de la Policía Nacional, a cargo de la delegación del municipio de Tipitapa, no se permitió desde el mes de julio de 2016 el ingreso de ninguna persona a las instalaciones.
Según las informaciones extraoficiales el pasado 8 de marzo que personeros de una empresa petrolera se presentaron en las instalaciones para efectuar cambios de imagen en la infraestructura.
Para las autoridades de la empresa expropiada, Tomza, el hecho es sin precedentes y sin cumplimiento de los procesos establecidos por las mismas leyes de dicho país.
Un caso similar ocurrió en 2018 con los medios de comunicación 100% Noticias y Confidencial de Nicaragua, cerrados y quienes catalogaron de “robo y expropiación”, a la administración de Daniel Ortega, incluyendo la orden de colocar rótulos en los exteriores de las sedes de las empresas de comunicación que permanecen tomadas por la Policía Nacional.