El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, denunció que la presa El Chaparral es la herencia de más de $700 millones malversados en los dos Gobierno anteriores del FMLN, cuya obra aún no termina y se ha pasado en constantes atrasos y litigios.
«La presa debió costar menos de $200 millones, pero los últimos dos gobiernos renegociaron en $700 millones. Negociaron violando La Ley con una empresa que luego transfirió parte de ese dinero a un Spa de la esposa de un nicaragüense”, dijo Nayib Bukele en alusión al expresidente Mauricio Funes quien está procesado en el Caso El Chaparral junto al extitular de la Comisión Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), José Leopoldo Samour, y otros imputados por lavado de dinero, Peculado, Cohecho y Agrupaciones Ilícitas.
En el Caso en el que se vincula a Mauricio Funes, la Fiscalía General de la República (FGR) sostiene que en julio de 2012, después de hacer negociaciones de manera unilateral y directa, el entonces presidente de CEL, por instrucciones de Funes, y el representante de la empresa ASTALDI de origen italiano, Mario Federico Perasgostine Marocchi, anularon el contrato y desviaron $108.5 millones que generaron a la empresa más $45.2 millones.
Además se descubrió que CEL tenía que haberle pagado solo $63 millones a la constructora por la obra inconclusa de la presa El Chaparral, pero le entregó $45 millones más.
«Ahora son (en el FMLN) tan cínicos, que ponen a sus alcaldes a mover comunidades en contra del proyecto que ellos mismos hicieron. Según ellos para desestabilizar… Idiotas, no se dan cuenta que nos hicieron revisar todo el proyecto y encontrar todo lo que se habían robado», agregó el mandatario Salvadoreño Nayib Bukele quien pidió detener el proyecto y pasar el Caso a la FGR.