Fiscales de la Unidad Antinarcotráfico de la Fiscalía General de la República confirmaron que el Tribunal 6° de Sentencia de San Salvador condenó este día a 10 años de prisión a tres ecuatorianos y un colombiano por el delito de tenencia y posesión de 700 kilogramos de cocaína, valorados en más de $17.5 millones de dólares. Los ecuatorianos son: Miguel Ángel Cuero Jama, Jaslin Ponce Rojas, Washington Celson Cortez Quiñónez y a un colombiano identificado como, Fernando Castillo Aguirre.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), los sudamericanos tripulaban una embarcación, con bandera ecuatoriana, en la que era transportada la droga y la cual fue ubicada por el Ejército a 199 millas náuticas al sur del puerto de Acajutla.
Desde que comenzó el año 2019, la División Antinarcóticos (DAN) de la Policía ha incautado más de 600 kilogramos de diferentes tipos de drogas, con un valor aproximado en el mercado de 3.064.379,23 dólares, y han sido detenidas 1.488 personas relacionadas con el tráfico, venta, distribución y posesión de narcóticos.
Según las autoridades salvadoreñas, entre los años 2015 y 2018 se decomisaron un total de 26,9 toneladas de diferentes tipos de drogas con un valor estimado en 349,9 millones de dólares.
Datos de la Dirección General de Centros Penales (DGCP) revelan que las prisiones de El Salvador albergan a 562 extranjeros, de los que 416 son centroamericanos, 51 colombianos, 41 ecuatorianos, 22 mexicanos, 12 estadounidenses, mientras que los 20 restantes tienen nacionalidades no precisadas.
La mayoría de estas personas, principalmente los suramericanos, han sido detenidos durante operativos de la Fuerza Naval en las aguas salvadoreñas del Pacífico con cargamentos de droga.
El Gobierno de Estados Unidos advirtió en marzo de 2017 que los países centroamericanos siguen conformando el gran corredor para el tráfico de cocaína desde América del Sur hacia suelo estadounidense, pasando por México.
Según un informe del Gobierno de la nación norteamericana sobre narcotráfico en el mundo, el 90 por ciento de la cocaína que llegó en el 2016 a Estados Unidos, el mayor consumidor del alcaloide en el planeta, pasó por el corredor centroamericano.