El Ministerio de Trabajo, con la conducción de Rolando Castro, ha sentado las bases para retomar temas que habían sido relegados por las administraciones pasadas en dicha cartera de Estado, definiendo el camino hacia la transformación con un salto de calidad en la promoción de los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras salvadoreñas.
Con una agenda «compleja» la ruta definida por Rolando Castro otorga prioridad al diálogo social como el principal mecanismo para apartar del sesgo y la marginalidad en la que había venido actuando dicho ministerio desde hace ya 30 años.
«Pareciera, (que Rolando Castro) desea que su cartera de Estado pase de su histórica irrelevancia a desempeñar un rol central en el futuro desarrollo económico y social de El Salvador», afirma el destacado economista y analista político Alberto Arene.
Ante la actual coyuntura en la historia de El Salvador se impone precisamente la urgencia de devolver el rol central del Ministerio de Trabajo con énfasis en transformar el «modo de desarrollo» ya agotado, privilegiando el imperativo de construir el camino hacia una transformación verdadera.
Impulsar la formación técnica y profesional de los trabajadores para enfrentar los desafíos de la revolución 4.0, los incrementos sostenidos de productividad y su capacidad negociadora-concertadora para asegurar altas tasas de crecimiento con mucha mayor equidad son algunas de las aristas sobre las cuales, Alberto Arene, recomienda se debe de trabajar en dicho Ministerio; destacando la agenda impulsada por el Ministro, Rolando Castro, en los primeros 100 días de Gobierno : 1. la reactivación y fortalecimiento del Consejo Superior del Trabajo; 2. la revisión y actualización del Salario Mínimo; 3. el respeto a la ley laboral en empresas, alcaldías e instituciones de gobierno; 4. la reforma del sistema de pensiones y seguridad social; 5. la gestión y ejecución de permisos laborales temporales en Estados Unidos; 6. la modernización de leyes y códigos laborales; 7. el fomento a la inversión y a la generación de empleo decente; 8. potenciar una nueva visión del rol de los trabajadores en el desarrollo y una nueva concepción y práctica de las organizaciones sindicales.