El Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu reforzará las medidas de seguridad e instalará cámaras de vigilancia para garantizar la conservación del monumento y preservarlo para las próximas generaciones.
El jefe del parque arqueológico, José Bastante, confirmó a la Agencia Andina que se planea equipar con cámaras los accesos a la montaña, el Puente Ruinas, Inti Punku y Puente Inka. En Ruinas ya han instalado la fibra óptica y en febrero ahí aparecerá la cámara. Según Bastante, el plan consiste en «poner una señal repetidora en algún punto que va a permitir la instalación de cámaras en puntos estratégicos».
Además aumentarán el número de vigilantes y a partir de ahora Machu Picchu será vigilado también por la noche. De momento en la ciudadela trabajan 60 vigilantes y 60 especialistas en conservación, así como unas 40 personas en los puestos de control y registro de la extensa zona.
Bastante señaló que la mayoría de los turistas que visitan el complejo arquitectónico respetan las reglas y señalizaciones. No obstante, en la última década no han faltado incidentes con visitantes que acudían al lugar desnudos para inmortalizarse en fotos y videos en la antigua ciudadela inca, y hasta mantenían escenas pornográficas.
La semana pasada la Policía peruana detuvo a seis turistas que entraron en Machu Picchu de manera ilegal. Los turistas de nacionalidad argentina, chilena, brasileña y francesa causaron destrozos en el territorio y defecaron. Cinco de ellos afrontaron una deportación, mientras un argentino se enfrenta a un proceso judicial.