Son 120 canes los que se han jubilado desde el año 1992, fecha en que se creó la Unidad Canina de la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC), los cuales han dejado un legado muy importante en el combate del narcotráfico en el país.
Entre los recuerdos sobre el trabajo hecho por estos canes figuran los hallazgos de diferentes tipos de droga en el país, así como registros preventivos en centros de tolerancia.
Es entre los 5 y 7 años que estos perros cumplen su vida útil y comienzan su proceso de jubilación, tomando en cuenta, además, que es la época en que sufren diversas enfermedades, condiciones que son evaluadas por un médico veterinario que los atiende y el instructor o guía, según relata el agente educador Misael, quien cuenta con mucha experiencia en el trato con los perros.
Los cambios fisiológicos, emocionales y de conducta que se apoderan de los perros obligan a los instructores a mantenerlos en entrenamiento a fin de liberarlos de este padecimiento.
A pesar de existir lazos muy fuertes de afectividad entre un instructor y los oficiales caninos, los primeros saben que llega el momento en que los segundos tienen que jubilarse por diversas razones, y descansar de la ardua labor que han desarrollado en diferentes lugares como aeropuertos, puestos fronterizos y otros.