La Fuerza Naval de Nicaragua entregó a la Fuerza Naval de El Salvador, los pecadores que se habían perdido en altamar, y que fueron localizados en la costa nicaragüense.
Los cuatro salvadoreños realizaban pesca artesanal, pero perdieron el rumbo y terminaron en el país vecino.
Al reporte de amigos y familiares de los pescadores salvadoreños desaparecidos, la Fuerza Naval del país no detuvo su búsqueda hasta ser comunicados por Nicaragua que los pescadores se encontraban en sus aguas.