El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, puso en duda este viernes la cifra de muertes por coronavirus en Italia, el país del mundo con mayor número de fallecidos por la pandemia, y en Sao Paulo, y pidió a la población brasileña que vuelvan a trabajar.
«La mayoría de las muertes no tiene nada que ver con el coronavirus, nada que ver. Son personas que estaban en una región fría y todos con una media de edad de 80», dijo el mandatario en una entrevista televisiva, sin dar más detalles, al referirse al número de fallecidos en Italia, que supera los 9.000.
El líder ultraderechista también cuestionó los números del estado de Sao Paulo, la región más golpeada de Brasil con 68 de los 92 fallecidos en el país por COVID-19; y 1.223 de los casi 3.500 positivos registrados en apenas un mes, según datos de su propio Ministerio de Salud.
«En Rio de Janeiro, hasta los datos de ayer había nueve muertos, y 58 en Sao Paulo. Sé que hay una diferencia de población, pero es una cifra muy grande para Sao Paulo. No puede haber un juego de números para favorecer intereses políticos. No me creo esos números de Sao Paulo, declaró el mandatario.
Según Bolsonaro, las cuarentenas pueden provocar un «caos» social con «saqueos de supermercados» y representan una amenaza para la «normalidad democrática». Así, el presidente se ha mostrado contrario a este tipo de medidas restrictivas, adoptadas con mayor o menor alcance por los gobernadores de los 27 estados brasileños. «Brasil tiene que volver a la normalidad inmediatamente», enfatizó Bolsonaro. «¿Algunos van a morir?, Van a morir. Lo lamento, lo lamento, esa es la vida, es la realidad», expresó en la entrevista.