Las autoridades de la región de Gütersloh, en Renania del Norte-Westfalia (oeste de Alemania), ordenaron este miércoles el cierre de todas las escuelas y guarderías después de que cientos de trabajadores del matadero más grande de Alemania dieran positivo por COVID-19.
El diario regional Westfalen-Blatt adelantó que unas 475 personas habían dado positivo por el nuevo coronavirus, lo que se sumaba a otros 128 casos previos en el matadero de Tönnies. La empresa ha cerrado sus puertas y se ha puesto en cuarentena a todos sus empleados, en total más de 7.000 personas.
Los resultados de otras 400 pruebas estaban todavía pendientes han ampliado después la cifra: de los 983 test realizados finalmente, se han producido 657 positivos. No se descarta que la cifra aumente debido al elevado número de empleados de la fábrica.
El brote en el matadero, ubicado en la localidad de Rheda-Wiedenbrück ha elevado el número de casos en la región muy por encima del umbral establecido por el gobierno para tomar medidas de emergencia, que se establece en 50 nuevas infecciones en una semana por cada 100.000 habitantes.
Las autoridades estudian si tomar medidas adicionales, como cerrar tiendas y restaurantes, para contener el brote. Aunque según la portavoz del gobierno local el cierre de colegios hasta las vacaciones de verano, que empiezan a final de junio, debería ser suficiente para evitar la propagación a la población.