Para el cierre del año 2014, El Salvador cerraba con 10 homicidios diarios. Para el 2015, los números se iban al alza con 15 homicidios al día, según datos de la Fiscalía General de la República. Diferentes titulares de medios de comunicación internacional destacaban que El Salvador era uno de los países más violentos de Latinoamérica y el mundo.
Los años venideros tampoco iban a tener avances positivos en materia de seguridad pública. Para el año 2018, El Salvador experimentaba 51 homicidios por cada 100 000 habitantes, cinco veces más que el umbral que Naciones Unidas fija para considerar que una sociedad sufre epidemia de violencia. Así, el quinquenio del presidente efemelenista, Salvador Sánchez Ceren cerraba con alrededor de 23,000 homicidios, según datos de la FGR.
Ese fue El Salvador que recibió el Presidente Nayib Bukele y todo su gabinete de Seguridad. La violencia social y la alta tasa de homicidios era una de las grandes deudas que dejaban los gobiernos anteriores y una de las problemáticas que más aquejaban a la población salvadoreña. Y, uno de los grandes retos para la nueva administración dirigida por el actual presidente Nayib Bukele.
Dentro de las primeras acciones que vimos hacer al nuevo Ministerio de Justicia y Seguridad Ciudadana, dirigido por el ministro Rogelio Rivas, fue la ejecución del Plan Control Territorial, plan que se basa en tres áreas: control de los centros penales, interrupción del financiamiento al crimen organizado y el fortalecimiento de los cuerpos de seguridad.
Con el pasar de los meses, la población observó la recuperación de territorios controlados por las maras y pandillas, mediante acciones enfocadas en 12 de los 262 municipios de El Salvador. De esa manera se ejecutó el Plan Control Territorial, con resultados concretos.
A pesar de los buenos resultados, hemos visto todo tipo de ataques, desde la Asamblea Legislativa con la no aprobación de fondos para financiar el Plan. Hasta ataques que caen en lo ridículo y en lo ilógico, donde se señala al gobierno de dar privilegios a las pandillas.
Esto ha quedado claro que no es cierto, diferentes medios de comunicación de primera mano conocieron que los pandilleros no gozan ningún beneficio especial como en gobiernos anteriores.
A pesar de la pandemia, lluvias, el Gabinete de Seguridad liderado por el Presidentes Nayib Bukele, y el Ministro de Seguridad Rogelio Rivas, ha seguido dando resultados positivos.
Un 45% en reducción de personas desaparecidas, 49.1% en reducción de extorsiones y un 55.9 en reducción de homicidios. Números que para la oposición de este gobierno y para algunos medios solo son datos frios, pero que para este gobierno esos números significan vidas de personas.pl