El FMLN y sus organizaciones afines están presionando a la Fuerza Armada para que abra los archivos sobre el caso de la masacre de El Mozote, con el objetivo de reivindicar a las víctimas de un caso que ocurrió hace 40 años; sin embargo, por otro lado, están dando la espalda a los salvadoreños que fallecen a diario producto de los homicidios, ante la negativa de aprobar el financiamiento para la tercera fase del Plan Control Territorial (PCT).
Esta es una medida con un evidente carácter electoral, pues por un lado se busca desgastar la imagen de la Fuerza Armada y del Gobierno, para lo cual el FMLN ha volcado a todos los grupos que siempre ha utilizado durante las campañas políticas, mientras niegan sus votos para aprobar los créditos dirigidos al PCT.
A esto se suma la actitud del actual titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, Apolonio Tobar, quién basándose en una orden de un juez ha intentado irrumpir en el Estado Mayor de la Fuerza Armada para acceder a cuánto archivo se le antoje.
Además, resulta evidente el contrasentido del partido de izquierda, pues durante 10 años gobernaron el país y tuvieron la oportunidad de acceder a esos expedientes, pero nunca mencionaron el tema.
Ahora, en un arrebato con claros fines electorales, estas agrupaciones y el partido FMLN se unen, incluso, con el acompañamiento de algunos medios de comunicación que nunca estuvieron del lado de las víctimas de la masacre, para sembrar en la Fuerza Armada la imagen de un Gobierno violador de los derechos humanos.
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele reitera su respeto y apego a los mecanismos internacionales que velan por los derechos humanos, pero también reafirma su compromiso por continuar defendiendo la vida de los salvadoreños mediante la ejecución efectiva y oportuna del PCT, cuya ejecución en estos 15 meses ha permitido, entre otros logros, que haya 32 días sin una sola víctima mortal.