Aunque el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, dijo esta mañana que ese Órgano de Estado «ha dado todos los recursos antes y durante la pandemia de COVID-19», la realidad de los números demuestra que hay más de $800 millones que están pendientes, ya sea en fase de aprobación o en ratificación-asignación, por lo que se reitera el llamado a que se asuma con seriedad este tema, que al final no afecta al Gobierno del Presidente Nayib Bukele, sino que a todos los salvadoreños.
“Les hemos dado todo lo que nos han pedido, es falso que no tengan dinero”, dijo el también diputado del PCN, quien no toma en cuenta cómo se “manosearon” los $250 millones del crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o como siguen pendientes $45 millones para el parque cafetalero del país o otros $50 millones para seguir la lucha contra el COVID-19, entre otros montos.
“Se necesitan las votaciones en la Asamblea Legislativa para poder tener acceso al dinero: la aprobación, la ratificación y la asignación presupuestaria.
Los mismos medios han documentado como nos han bloqueado en este último punto con el crédito del BID, es dinero que casi perdemos porque los diputados decidieron irse de vacaciones”, recordó el jueves, en cadena nacional, el Presidente Bukele.
Un tema sensible son los $15 millones del Hospital El Salvador que están “congelados” en las cuentas del Banco Central de Reserva (BCR) porque los diputados, a más de tres semanas, siguen sin hacer la asignación presupuestaria.
El dinero se utilizará para fortalecer la atención en este centro asistencial, exitoso en la lucha contra el nuevo coronavirus, que ha logrado contenerse en las últimas semanas por las estrategias implementadas, los cercos sanitarios en varios puntos del oriente del país y la gran labor de médicos, enfermeras, laboratoristas y otros profesionales sanitarios.
Por todo esto es oportuno el llamado, sobre todo al binomio ARENA-FMLN, al diputado del PDC; Rodolfo Parker y a varios legisladores del PCN (incluyendo Mario Ponce) a que no generen una opinión pública sesgada y que hagan su trabajo de inmediato, porque al final los afectados son los salvadoreños que necesitan oportunidades de reactivación económica, atención sanitaria de calidad y que el Gobierno tenga recursos para el desarrollo nacional.