Las autoridades de este país no quieren que se repitan los errores del pasado verano y al final ha optado por las normas más estrictas para evitar una tercera ola de contagios en enero.
El primer ministro, Giuseppe Conte, ha comparecido esta noche para explicar a los italianos cómo van a tener que vivir estas fiestas de acuerdo con las restricciones sanitarias. Las tendrán que celebrar con la familia más estrecha, y pidió que no reciban en casa a personas que no vivan juntas. El premier ha hablado específicamente de los días entre el 21 de diciembre y el 6 de enero. Durante esas fechas no será posible moverse de región salvo motivos laborales, urgencias o regreso al propio domicilio, que, ha precisado, es en el que uno pasa la mayor parte del tiempo. Con lo cual, ha asegurado, las parejas que trabajan en municipios diferentes sí se podrán reunir.
Tampoco será fácil ir al extranjero: para desincentivar los desplazamientos internacionales (también para ir a esquiar en las pistas abiertas de Austria o Suiza) los italianos que viajen fuera del país durante esos días deberán hacer cuarentena a la vuelta. Lo mismo para los turistas que lleguen a Italia durante en las festividades. “No sabemos donde han estado”, ha justificado el primer ministro. “Será una Navidad diferente a todas las otras, pero no menos auténtica”,ha puntualizado.