Este domingo 10 de enero, las autoridades francesas aseguraron que estaban apurándose por contener la infecciosa variante del COVID-19 surgida en Reino Unido, que ya ha sido detectada en el puerto de Marsella y en áreas de los Alpes.
El alcalde de Marsella, Benoit Payan, dijo que entre siete a ocho personas se contagiaron con la nueva mutación en la ciudad, en tanto que se llevaban a cabo exámenes a otras 30 personas que también podrían haber quedado expuestas al virus.
«En este momento, cada minuto cuenta para evitar la propagación de esta variante británica», dijo Payan a periodistas.
Una autoridad de salud en la región de Hautes-Alpes, que alberga varios centros de esquí que atraen a visitantes británicos, dijo que la mutación también fue descubierta en la zona.
Francia tiene la séptima mayor cifra de muertes por COVID-19 en el mundo. Los decesos aumentaron en 151 en las últimas 24 horas para alcanzar un total de 67.750, mientras que el número de casos nuevos avanzó en 15.944 para bordear los 2,78 millones.
El Gobierno británico ha dicho que la variante altamente infecciosa, hallada por primera vez en Inglaterra el año pasado, es responsable por el fuerte aumento de contagios que amenaza con hacer colapsar los hospitales del país.