El ex director de una empresa estatal de gestión de activos fue ejecutado el viernes tras una condena por aceptar sobornos, una de las sanciones más severas impuesta en un caso reciente de corrupción.
Lai Xiaomin, de 58 años y que ocupó la dirección de China Huarong Asset Management Co., fue ejecutado por una corte en la ciudad de Tianjin, en el este del país, anunció el Gobierno.
El Segundo Tribunal Popular Intermedio de Tianjin dictaminó en enero que la sentencia estaba justificada porque Lai aceptó sobornos “especialmente grandes” que superaron los 600 millones de yuanes (93 millones de dólares) en un caso.
El exfuncionario buscó o recaudó mil 800 millones de yuanes (260 millones de dólares) en una década a cambio de abusar de su posición para hacer inversiones, ofrecer contratos de construcción, ayudar con promociones y realizar otros favores.
Aunque Lai proveyó información útil sobre actividades ilícitas de sus subordinados, la gravedad de sus faltas y “el nivel del daño causado a la sociedad” fue insuficiente para otorgarle indulgencia.
La mayoría de las sentencias de pena de muerte impuestas por cortes chinas se suspenden por un periodo de dos años y, normalmente, se conmutan por cadena perpetra. Las penas capitales sin posibilidad de indulto son inusuales.