Los aciertos del Gobierno del Presidente Nayib Bukele, sobre todo en materia de seguridad, desarrollo económico y políticas sociales, incluyendo la lucha contra el COVID-19, han logrado reducir en los últimos meses los flujos migratorios hacia Estados Unidos y el norte de América, sobre todo las caravanas que en los últimos años se ha convertido en una nueva forma de migración.
Esto lo confirmó el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en el país, Brendan O’Brien, quien además reconoció que se está trabajando en la generación de oportunidades para que la gente se quede en El Salvador y desista de emprender un viaje con diversos riesgos, incluyendo programas de trabajo legal y otras oportunidades.
“La gente no debe de hacer un viaje tan peligroso, estamos trabajando para crear oportunidades de trabajo y migración legal. No hemos visto las caravanas saliendo de El Salvador, eso tiene mucho que ver con la asistencia y el papel que juega el Gobierno del Presidente Nayib Bukele”, afirmó O’Brien.
Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza del país norteamericano (CBP, por sus siglas en inglés), confirman que El Salvador es el país que reporta menos llegadas de personas que buscan migrar de forma irregular por la frontera sur estadounidense, con 19,676 connacionales, que representa un 4.96 % del flujo total reportado.
Lo anterior contrasta con los 215,287 que reportó México (un 54.23 %), los 64,217 de Guatemala (16.18 %) y los 57,074 de Honduras (14.38 %), como indica el último informe de la CBP a febrero de este año.
Importantes políticas como el Plan Control Territorial, que ha logrado 39 días sin homicidios y una reducción en la criminalidad, así como programas de reactivación económica y de apoyo a los sectores productivos del país, sobre todo a las micro, pequeñas y medianas empresas, además de la lucha contra la pandemia de COVID-19, son parte de los aciertos del Gobierno del Presidente Bukele para que la gente confíe y siga en su país.
El Gobierno de El Salvador, junto con el apoyo de Estados Unidos, su socio estratégico, continuarán generando las condiciones para que los salvadoreños no migren, algo que antes era un recurso obligado para miles de connacionales y que hoy sí encuentran en su tierra las oportunidades para su desarrollo y el de sus familias.