“En una ocasión el padre Toño (como se conoce al sacerdote Antonio Rodríguez) ingresó un saco de boxeo, al pasar por uno de los escáneres en las fotografías se podían observar que en su interior iban dos pistolas de 9 mm, granadas y munición, los artefactos no tenían la capacidad para dañar la infraestructura, pero si para hacerle daño a una persona, sin embargo, esto nunca fue reportado, ni se guardó registro”, detalló este martes un testigo en el caso Tregua entre pandillas.
Hoy continuó la vista pública en contra del expresidente Mauricio Funes y el exministro de Seguridad, David Munguía Payés, en el caso “Tregua entre pandillas”, mediante el cual el Gobierno del FMLN otorgó beneficios a las maras a cambio, supuestamente, de dejar de atentar contra la población salvadoreña, con la comparecencia de los primeros seis de 42 testigos.
Agregó que: “Estas personas pedían que los llamados mediadores de la tregua, que en un inicio eran monseñor Fabio Colindres, Raúl Mijango, Roberto Díaz y varios lideres de pandilla de la calle, ingresaran sin realizar el debido proceso para acceder al recinto y sin pasar por los tres anillos de seguridad”, señaló el testigo.
Al igual que el subdirector de seguridad del penal de Izalco, uno de los encargados del centro de monitoreo e inteligencia de dicho recinto también señaló como los mediadores, y quienes se reunían con los pandilleros, les llevaban comida y objetos a Fabio Colindres, Raúl Mijango, Roberto Díaz y al padre Toño, como se conoce a Antonio Rodríguez Tercero, sacerdote pasionista.
Además de detallar cómo se habría ingresado esas armas al penal de Izalco, a través del saco de boxeo, ambos señalaron que los supuestos mediadores siempre llegaban con maletines y bolsas y que al intentar ser requisados siempre realizaban llamadas para que luego se les ordenara, a los encargados de la seguridad en los centros penales, que los dejaran pasar sin ningún procedimiento, ni revisión.
«En una ocasión se realizó una requisa simulada, estás no eran programadas, en esa ocasión se localizaron 50 teléfonos celulares en los sectores 1 y 2 del penal de Izalco, sin embargo, ninguno de estos fue reportado, y al finalizar la requisa todos fueron devueltos a los pandilleros», indicó el subdirector de seguridad del penal de Izalco.