Para ocultar su identidad, el acusado de abrir fuego contra una multitud en Highland Park durante el desfile del Día de la Independencia de EE.UU, Robert Crimo, se disfrazó de mujer, lo que le permitió escapar de la escena del crimen con más facilidad.
Según ha confirmado el portavoz de la Policía del Condado de Lake, Christopher Covelli, Crimo trató de enmascarar su identidad antes y después de abrir fuego, ya que uso “ropa de mujer” y una peluca larga con la que ocultar sus rasgos y especialmente sus tatuajes.
Por ello, de acuerdo con el relato del agente, consiguió mezclarse con las personas que huían de la escena instantes después de la ráfaga de disparos, que fueron cerca de 70.
De acuerdo a datos del subjefe de Policía del Condado de Lake, en 2019, Crimo protagonizó dos incidentes que requirieron la intervención de la Policía.
En abril de 2019, los agentes recibieron avisos de que el joven había intentado suicidarse una semana antes. Aunque la Policía acudió a la casa de Crimo para hablar con sus padres, el caso pasó a los profesionales médicos al tratarse de «un asunto de salud mental».
En otra ocasión, en septiembre de 2019, un familiar de Crimo comunicó a la Policía que el joven había amenazado con «matar a todos» y que tenía una colección de cuchillos. Los agentes que respondieron a la llamada incautaron 16 cuchillos, una daga y una espada. Sin embargo, el joven no fue detenido, ya que no se presentó una denuncia.
Más allá de estas declaraciones amenazantes, las informaciones obtenidas por la Policía muestran que el atacante logró comprar legalmente el rifle que utilizó durante el tiroteo de Highland Park.