El Gobierno del Presidente Nayib Bukele rompió con los territorios que habían delimitado los pandilleros durante décadas. Vecinos de una colonia no podían visitar otro sector aledaño, donde dominaba otra pandilla, porque corrían el riesgo de ser blanco de ataques de los terroristas, al considerarlos rivales.
El Presidente Bukele recordó que los pandilleros controlaban quiénes llegaban a visitar a la gente a sus casas, qué organizaciones llegaban a hacer trabajo comunitario, que rutas de autobuses y taxis podían circular, cuáles servicios de entrega a domicilio podían entrar y hasta qué productos y servicios eran permitidos comercializar.
También controlaban la venta en los mercados municipales y la venta de drogas en esas zonas.
“Hoy, la normalidad de los salvadoreños es caminar a las nueve de la noche en su comunidad, cruzar una calle antes prohibida o jugar en el parque con amigos de otra colonia. Hasta hace poco tiempo esas cosas sencillas eran impensables en El Salvador”, aseguró el Mandatario.
En el inicio del Gobierno, el Presidente Nayib Bukele implementó el Plan Control Territorial para comenzar a golpear a las pandillas e identificar con nombre y apellido a los miembros de esas estructuras criminales, a escala nacional, con trabajo de inteligencia en el campo.
El 27 de marzo del 2022 inició el régimen de excepción, el Gobierno emprendió la captura de militantes de estructuras terroristas. A esta fecha se contabiliza la captura de 68,000 pandilleros, entre estos más de 1,200 son cabecilla.
Dichos resultados permiten ahora que los niños jueguen sin miedo en sus colonias, que los vecinos crucen sus comunidades sin importar la hora y que los espacios públicos ahora sean de la población. “El Salvador es otro país”, recalcó el Presidente Nayib Bukele.
La población dejó de tener miedo y se atreve a denunciar a los remanentes de los pandilleros que van en desbandada intentando escapar de la justicia.