Asesinado en medio de la guerra civil en 1980, hoy el fraile franciscano será beatificado, llevando consigo la imagen de un sacerdote decidido a defender a los pobres y a la Iglesia con la serenidad y la fuerza del Evangelio.
Fray Cosme Spessotto terminó su vida terrenal el 14 de junio de 1980, cuando fue tiroteado varias veces por desconocidos delante del altar mayor de su parroquia de en San Juan Nonualco, departamento de La Paz, mientras rezaba antes de celebrar la misa.
La Iglesia Católica reconoce su martirio «por odio a la fe» en el año 2020. Hoy a las 5 de la tarde, tendrá lugar en la Plaza del Divino Salvador del Mundo, en San Salvador, su beatificación y la del Padre Rutilio Grande y compañeros.
Nacido el 28 de enero de 1923 en Mansuè, en la provincia de Treviso, Fray Cosme ingresó en el seminario franciscano de los Hermanos Menores de Lonigo en 1935 e hizo su profesión religiosa el 17 de noviembre de 1940.
Ordenado sacerdote el 27 de junio de 1948, expresó a sus superiores su deseo de ir como misionero a China, deseo que no pudo cumplirse. Su otro destino fue Centroamérica, San Juan Nonualco, donde construyó una iglesia parroquial y montó talleres para enseñar un oficio a los jóvenes.
«Tengo el presentimiento -escribió antes de morir- de que de un momento a otro las personas fanáticas pueden quitarme la vida. Morir como mártir sería una gracia que no merezco. Lavar todos mis pecados, faltas y debilidades de mi vida pasada con la sangre derramada por la causa de Cristo sería un regalo gratuito del Señor. Ya desde este momento, perdono y pido al Señor la conversión de los autores de mi muerte», señaló el ahora Beato.