La policía de Honduras sobrevive a una guerra contra diversos grupos delictivos que amedrentan a la población, entre ellos, la Mara Salvatrucha y el Barrio 18, quienes imponen sus reglas con asesinatos, extorsiones y ventas de drogas.
El pasado 6 de diciembre, el gobierno Hondureño, promovió un “Estado de Excepción”, semejante al ejecutado en El Salvador con el Gobierno del Presidente Nayib Bukele. Dicha medida inicialmente fue decretada por un mes, ha sido prolongada de forma continua.
Ante la lenta efectividad de la estrategia, el 31 de marzo del presente año, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció una segunda etapa del “Estado de Excepción” con un despliegue de militares en las calles de la capital. Originalmente, esta medida sería solamente para Tegucigalpa y San Pedro Sula, pero fue extendida a más 120 de los casi 300 municipios del país.
En El Salvador, el Régimen de Excepción es una medida que, en conjunto con el Plan Control Territorial, han permitido la captura de más de 67 mil pandilleros. Asimismo, el país se encuentra cerca de contabilizar un año completo sin muertes violentas.