“Necesitamos feria (dinero) para no morir”. Bajo esa excusa y con la amenaza, Francisco Alonso Pérez Patiño exigía a su víctima, un comerciante de Quezaltepeque en La Libertad, 30 dólares semanales en concepto de renta.
La primera semana de febrero de 2020, la víctima recibió un chip de celular para que lo colocara en su teléfono y así recibir una llamada de parte de un miembro de la pandilla, dándole las indicaciones.
“Por temor, miedo y desesperación, por mi seguridad y la de mi familia, entregué el dinero que me pidieron”, dijo la víctima durante la declaración en la vista pública realizada por el Tribunal 2° de Sentencia de Santa Tecla.
El juez consideró coherente la declaración del testigo con el que contó esta investigación y aunado a las demás pruebas valoradas en el juicio encontró culpable a Francisco Alonso Pérez Patiño, y lo condenó a una pena de 11 años de prisión por el delito de extorsión agravada.