En los últimos años, El Salvador ha sido testigo de un cambio significativo en su panorama de seguridad, con la implementación de medidas extraordinarias para combatir el flagelo de las pandillas. Desde la puesta en marcha del Régimen de Excepción, se han logrado avances notables en la reducción de la actividad delictiva, especialmente vinculada a las pandillas.
Uno de los logros más destacados es la captura de más de 79,000 pandilleros bajo este régimen especial. Estas detenciones han representado un golpe contundente contra las organizaciones criminales que durante mucho tiempo han sembrado el terror en comunidades enteras.
La población, que durante años vivió bajo la sombra del miedo, ahora comienza a experimentar una sensación de seguridad y libertad, reflejada en el testimonio de numerosos ciudadanos que han recuperado la confianza en las autoridades.
“Hemos rescatado la esperanza… estamos viviendo esa libertad, ese poder transitar dentro de nuestro territorio sin ningún tipo de fronteras imaginarias, o teniendo que pagarle a alguien…”, manifiesta el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro.