Jorge Orlando Chávez Morejón y Rogelio Mendoza Ávalos recibieron condenas de 50 años de prisión por dos homicidios agravados y un intento de homicidio, cometidos en noviembre de 2015 en Usulután.
Los condenados, junto a otros sujetos, llegaron vestidos de soldados a donde se encontraban las víctimas, las sacaron a la fuerza y con armas de fuego les quitaron la vida. Solo una de ellas logró sobrevivir.
Gracias a las reformas del Código Procesal Penal, ambos han sido sentenciados en ausencia para que cuando se logre su captura cumplan la pena establecida.