Paolo Lüers, uno de los implicados en el caso de la tregua con pandillas y fraude electoral, anunció su decisión de abandonar el país para no enfrentar la justicia. Este lunes, fecha programada para la audiencia preliminar en el Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador, Lüers confirmó que no se presentaría y declaró: “No hace falta que un juez me declare rebelde. Yo me declaré rebelde con 18 años”.
La Fiscalía General de la República (FGR) acusa a Lüers de haber intermediado en la entrega de $100,000 a estructuras pandilleriles por parte del partido Arena durante la campaña presidencial de 2014. Según las investigaciones, tanto Arena como el FMLN ofrecieron beneficios económicos a las pandillas a cambio de apoyo electoral, en un contexto marcado por la tregua promovida durante el gobierno de Mauricio Funes.
El caso también involucra a los exministros de Gobernación, Arístides Valencia, y de Seguridad, Benito Lara, el exalcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, y al exoficial de la Policía Nacional Civil, Wilson Alvarado. Estos son señalados de haber negociado con las pandillas para favorecer la fórmula presidencial del FMLN, integrada por Salvador Sánchez Cerén y Óscar Ortiz.
La tregua con pandillas (2012-2014) permitió una reducción temporal en los homicidios, pero también consolidó el poder político de estos grupos criminales, quienes supuestamente vieron la oportunidad de influir en los resultados electorales. La Fiscalía asegura que tanto Arena como el FMLN buscaron beneficios políticos de estas negociaciones, en detrimento de la seguridad y la justicia en el país.
El proceso judicial, que sigue avanzando contra los demás imputados, pone en evidencia las controversiales estrategias políticas empleadas durante uno de los periodos más oscuros de la historia reciente de El Salvador. Lüers, en cambio, optó por evadir su responsabilidad al retirarse del país, dejando abierta la posibilidad de ser declarado prófugo de la justicia.