La comunidad católica salvadoreña se unió este 12 de diciembre a la celebración en honor a la Virgen de Guadalupe, conmemorando su aparición en el cerro del Tepeyac, en México, hace más de 490 años. La festividad fue marcada por misas, procesiones y actividades culturales que reflejan la fe y el cariño hacia la patrona de las Américas.
Desde las primeras horas del día, miles de fieles asistieron a las diferentes parroquias dedicadas a la Virgen en todo el país. La Basílica de Guadalupe, ubicada en Antiguo Cuscatlán, fue uno de los principales puntos de encuentro, donde se realizaron cantos, rezos y ofrendas florales.
“Esta celebración es muy importante para nosotros porque la Virgen de Guadalupe nos une y nos fortalece en nuestra fe”, expresó María Méndez, una devota que asistió con su familia.
Además de las actividades religiosas, se llevaron a cabo actos culturales que incluyeron danzas tradicionales, ventas de artesanías y degustaciones de comida típica. La jornada concluyó con una solemne eucaristía presidida por el arzobispo, quien llamó a los fieles a mantener vivo el mensaje de esperanza y amor que la Virgen representa.
La devoción a la Virgen de Guadalupe trasciende fronteras, y su festividad es un símbolo de unidad para las comunidades católicas en El Salvador y en toda América Latina.