Ricardo Cardona, reconocido chef y figura clave en la gastronomía de Nueva York, compartió con Diario La Huella su recorrido lleno de sacrificios, determinación y logros. Originario de El Salvador, emigró en 1982, a los 15 años, debido a la Guerra Civil. Al llegar a Nueva York, enfrentó desafíos como la barrera del idioma y la falta de una red de apoyo. Sin embargo, su determinación lo llevó a empezar a trabajar en un restaurante lavando platos, un empleo que, sin saberlo, marcaría el inicio de su carrera como chef.
Con el tiempo, Cardona aprendió inglés y se dedicó al arte culinario. Gracias a su perseverancia y su capacidad para crear conexiones, ascendió rápidamente en el mundo de la cocina, destacándose en un entorno altamente competitivo. En sus primeros años en Nueva York, entendió que el éxito no solo depende de las habilidades, sino de las relaciones. Siguiendo el lema “It’s not who you are, it’s who you know”, el chef logró conectarse con figuras influyentes que lo llevaron a un nivel superior.
Durante la década de los 90, conoció a Rafi Mercado, un influyente productor de la salsa y descubridor de artistas como Marc Anthony y Celia Cruz. Gracias a esta conexión, Cardona se hizo famoso en el mundo de la música latina, cocinando para artistas de renombre. Su gran oportunidad llegó cuando comenzó a cocinar para celebridades internacionales, como Paulina Rubio, Stan Brookshields, Ricardo Arjona y, por supuesto, Marc Anthony, a quien conoció personalmente en la fiesta de su cumpleaños en 2008. De allí, se consolidó como el chef de las estrellas.
Cardona también ha sido un innovador de la cocina latina en Nueva York, transformando platos tradicionales en experiencias gourmet. Su habilidad para adaptarse a la diversidad de la ciudad y conectar con diferentes culturas culinarias lo hizo destacar, especialmente cuando el enfoque gastronómico latino comenzó a ganar popularidad en los 90.
Recientemente, el chef abrió un nuevo restaurante en West New York, en una zona exclusiva junto al río Hudson. Este nuevo proyecto, parte de la franquicia «Don Coqui», tiene como objetivo ofrecer una experiencia gastronómica latina adaptada a los gustos modernos, mientras mantiene la esencia caribeña. Según Cardona, abrir un restaurante es uno de los mayores desafíos para un chef, ya que implica una combinación de creatividad, trabajo en equipo y una conexión constante con el mercado.
El chef compartió que su dedicación no solo se refleja en su trabajo diario en la cocina, sino en cómo su pasión por la gastronomía se ha convertido en su vida misma. A pesar de nunca haber asistido a una escuela formal de cocina, Cardona ha enseñado en instituciones de renombre como la escuela Cordon Bleu en México y en El Salvador. Su carrera ha sido una lección constante de superación y aprendizaje, con la comida como su motor principal.