Un devastador incendio forestal en Pacific Palisades, un barrio exclusivo cerca de Los Ángeles, California, ha forzado la evacuación de unas 30,000 personas desde el martes. Las llamas, avivadas por vientos de hasta 160 km/h, han consumido aproximadamente 1,200 hectáreas y destruido numerosas estructuras, según las autoridades locales.
El incendio comenzó en las montañas con vistas al noroeste de la ciudad, afectando un área conocida por albergar lujosas residencias de celebridades de Hollywood. Los residentes, en medio del pánico, abandonaron sus vehículos en las estrechas carreteras de acceso, algunos huyendo a pie. Para despejar el camino hacia la zona, los bomberos recurrieron a excavadoras para retirar decenas de autos, incluidos vehículos de alta gama con daños severos.
A pesar de la compleja operación y las condiciones extremas, no se han reportado muertes ni heridos, informó la jefa de bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley. Más de 250 bomberos trabajan intensamente desde aire y tierra para controlar el siniestro, que ha generado una densa nube de humo visible en gran parte de la ciudad.
El gobernador de California, Gavin Newsom, confirmó la destrucción de múltiples estructuras y anunció un paquete de ayuda federal para la región, tras la cancelación de una visita programada del presidente Joe Biden a Los Ángeles.
El Museo Getty, ubicado cerca de la zona afectada, informó que sus colecciones históricas no sufrieron daños. Sin embargo, árboles y vegetación cercanos fueron consumidos por las llamas. Por su parte, el actor James Woods compartió en redes sociales un video de su hogar rodeado por el fuego, describiendo el evento como una pérdida devastadora.
Meteorólogos han advertido que los vientos cálidos de Santa Ana, característicos del invierno en California, continuarán dificultando el control del incendio. Estos fenómenos, atribuidos en parte al cambio climático, agravan la vulnerabilidad de las zonas forestales ante incendios cada vez más frecuentes y destructivos.