El gobierno de Irán lanzó el 23 de junio un ataque con misiles balísticos de corto y medio alcance contra bases militares estadounidenses ubicadas en Catar e Irak, como parte de una acción de represalia por los bombardeos que afectaron su infraestructura nuclear días atrás.
Según medios estatales iraníes, la ofensiva fue denominada “Glad Tidings of Victory” y se ejecutó poco antes de las 20:00 hora local (17:00 UTC). El objetivo principal fue la base aérea de Al-Udeid, en Doha, una de las instalaciones militares más importantes de EE. UU. en la región. También fueron atacados objetivos en territorio iraquí.
En respuesta, las autoridades cataríes activaron sus sistemas de defensa aérea y lograron interceptar al menos uno de los proyectiles, sin que se registraran víctimas ni heridos, de acuerdo con el Ministerio de Defensa de ese país.
Previo al ataque, varios países del Golfo —incluidos Catar, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Kuwait e Irak— cerraron su espacio aéreo como medida de prevención ante la escalada del conflicto. Asimismo, diversas naciones árabes condenaron la acción iraní, al tiempo que se mantienen atentos a los posibles efectos en la estabilidad regional.
Irán afirmó que el número de misiles lanzados fue equivalente al de bombas utilizadas por Estados Unidos durante su ofensiva aérea, bautizada como “Operación Midnight Hammer”.