Este 5 de agosto, el Centro Histórico de San Salvador se ha convertido en el punto de encuentro de miles de salvadoreños que, con profunda fe, participan en los actos religiosos en honor al Divino Salvador del Mundo. La celebración incluye la misa solemne, la tradicional procesión y la esperada “bajada” de la imagen frente a Catedral Metropolitana.
La Iglesia Católica conmemora la Transfiguración de Jesús, un momento central de las Fiestas Agostinas que reafirma la identidad y el fervor del pueblo. En este contexto, el Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha acompañado y resguardado estas expresiones culturales y espirituales, garantizando el orden y la seguridad durante todo el recorrido.
“La fe brilla más cuando se vive en paz”, se ha vuelto uno de los mensajes que acompaña esta jornada llena de alegría, espiritualidad y tradición salvadoreña.