Pandilleros de las estructuras criminales Barrio 18 y Mara Salvatrucha protagonizaron este martes motines coordinados en el Sector 11 del Preventivo de la zona 18, en la capital guatemalteca, y en la cárcel Fraijanes 2, ubicada en la periferia noreste. De acuerdo con el Ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, los internos retuvieron como rehenes a guardias penitenciarios en un intento de presionar al Gobierno para que sus líderes sean trasladados nuevamente a los penales donde antes ejercían control.
El funcionario explicó que el origen de la protesta violenta está relacionado con el reciente traslado, el 31 de julio, de cinco cabecillas de Barrio 18 y cinco de la Mara Salvatrucha a la prisión de máxima seguridad Renovación I, donde permanecen aislados y sin acceso a teléfonos celulares. “Quieren usar el terror, pero no cederemos ante El Lobo #Barrio18 y El Diabólico #MaraSalvatrucha”, declaró.
“Así nos amenacen, así se amotinen, así coordinen ataques, los líderes de las pandillas NO VAN A SALIR DE #RENOVACION1. Durante décadas, las pandillas nos robaron todo, incluso el miedo a ellos mismos. Hubo una época en la que imperaban, gobiernos anteriores temblaban y negociaban ante sus amenazas. Pero sepan algo: ESTA GUATEMALA DE HOY YA NO LES TIENE MIEDO”.
Jiménez reiteró que el Gobierno no negociará con los grupos criminales, adoptando una estrategia que sigue la línea de El Salvador bajo el liderazgo del Presidente Nayib Bukele, cuyo Régimen de Excepción ha reducido drásticamente los índices de violencia y extorsión en el país vecino.
En Guatemala, estas estructuras criminales se disputan el control territorial y mantienen redes de extorsión a comerciantes y transportistas, con amenazas de muerte a quienes se niegan a pagar. Según el Ministerio del Interior, el país cerró 2024 con una tasa de 16,1 homicidios por cada 100.000 habitantes, el doble del promedio mundial.