Millones de ejemplares de una variedad de insecto llegarán a la costa este de Estados Unidos a mediados de 2021, después de la permanencia bajo tierra de sus larvas durante 17 años. La última invasión de la especie magicada septendecim -más conocida como «cigarra del faraón»- en el país norteamericano se produjo en 2004.
En esa ocasión, el fenómeno había afectado quince estado, entre ellos Nueva York, Ohio, Illinois, Georgia y Virginia. La próxima aparición masiva de las cigarras está prevista para mayo de 2021, cuando el hemisferio norte atraviesa la época primaveral y las temperaturas suelen ser cálidas.
En una entrevista publicada por el periódico «The Guardian» de Inglaterra, el entomólogo Gary Parsons -de la Universidad Estatal de Michigan- sostiene que las cigarras «se pueden acumular de a millones en parques, bosques y vecindarios y, aparentemente, pueden estar en todas partes».
Amenaza para las personas
Para los especialistas, cuando estos insectos son tan abundantes «vuelan, aterrizan y se arrastran por todas partes, incluso posándose ocasionalmente sobre seres humanos». La principal fuente de alimentación de este particular tipo de cigarra es la savia de las raíces vegetales.
Después de completar su largo ciclo de ninfa, la cigarra asoma a la superficie de la tierra con el propósito de reproducirse. Instalados sobre las ramas de los árboles, los ejemplares cambian la piel y abandonan la parte descartada de su cuerpo anterior sobre la corteza.
El proceso de reproducción se desarrolla a través de un potente y persistente sonido (de hasta 100 decibeles), que atrae a las parejas. Generalmente, el macho que despide el silbido más ruidoso consigue seducir a la mayor cantidad de hembras.
Temperatura del suelo
La salida a la luz de las cigarras se registra una vez que la temperatura del suelo alcanza 18 grados centígrados. Sin embargo, algunos ejemplares ya empezaron a surgir en Carolina del Norte y Virginia. El ritual se extiende entre cuatro y seis semanas.
«Los machos salen primero. Les gusta estar afuera esperando, para recibir a las hembras», señaló Clide Sorenson, profesor de Entomología de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, a la cadena BBC Mundo.