El sistema penitenciario registra una reducción en los índices de hacinamiento durante los dos primeros años del Gobierno del Presidente Nayib Bukele, en comparación con las administraciones anteriores cuando la saturación de las celdas sobrepasaba más del 300 % de su capacidad.
Con la construcción de nuevos espacios en diferentes centros penales se está resolviendo una deuda histórica en el tema penitenciario en el país, que por décadas fue olvidado por los anteriores gobiernos.
Durante la gestión del Presidente Bukele se ha avanzado en el proceso cerrar las bartolinas policiales que eran utilizadas para que los reos permanecieran más de las 72 horas de detención policial, algunos llegaban incluso a permanecer en esos espacios hasta cumplir sus condenas, a pesar que las bartolinas de la Policía Nacional Civil (PNC) no fueron diseñadas para el resguardo de reos por largos períodos.
La Ley Penitenciaria establece que tanto las detenciones provisionales como las penas deben cumplirse en centros penitenciarios, tal como se está haciendo en la actualidad.
En reiteradas ocasiones, las autoridades del Gabinete de Seguridad han señalado la importancia de mantener el control de los reclusos y promover el trabajo para la reinserción social, lo cual es más manejable en cuanto se tenga menos hacinamiento en el sistema penitenciario.
En los informes de organismos internacionales hechos en el pasado, El Salvador aparecía en la primera posición de los países con mayor hacinamiento, superando a Bolivia y a Haití.
La tendencia de crecimiento acelerado de la población reclusa ha sido evidente con la implementación del Plan Control Territorial del Gobierno del Presidente Bukele, por lo cual la Dirección de Centros Penales se ha enfocado en crear las condiciones para disminuir y erradicar el hacinamiento en el sistema penitenciario.
Cada mes se están habilitando 800 cupos en los centros penales para que puedan trasladarse a los reos y reducir los índices de aglomeración existente.