Costa Rica ha tomado una decisión significativa en materia de seguridad, ordenando el cierre de todas las tiendas que operaban dentro de las cárceles del país. Esta medida sigue el ejemplo de El Salvador, que ha implementado estrictas reformas en sus centros penitenciarios como parte de su estrategia para combatir el crimen organizado.
Durante una reciente visita al país centroamericano, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se reunió con su homólogo costarricense, Rodrigo Chaves, para discutir diversos temas relacionados con la seguridad. Uno de los puntos clave de la reunión fue la colaboración en la lucha contra las estructuras criminales que operan desde las cárceles. En este contexto, el gobierno costarricense, a través del ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos, emitió la circular DGAS-14-2024, que prohíbe la operación de pulperías dentro de los centros penitenciarios.
Estas tiendas, que eran controladas por organizaciones criminales, representaban un privilegio para los reclusos y se habían convertido en una fuente de ingresos millonarios para los grupos delictivos. La medida busca reducir el poder de estas estructuras y fortalecer el control estatal sobre las cárceles, contribuyendo a un entorno más seguro y ordenado dentro del sistema penitenciario costarricense.