A los operadores de las ambulancias del condado de Los Angeles, en California, se les pidió no llevar al hospital pacientes que tienen muy bajas probabilidades de sobrevivir.
La directiva fue dictada por las autoridades sanitarias, mientras la región corre el riesgo de llegar a los mil muertos diarios, con los hospitales casi colapsados
Al personal de los sectores de emergencia se le pidió racionar el oxígeno.
Nueva York había emanado una directiva análoga en abril, en un momento culminante de la pandemia, sugiriendo no hospitalizar a pacientes a los que no se lograba tratar en el lugar, por ejemplo por infartos o ictus.
En Italia, en los peores meses de la pandemia también los médicos debían elegir a quién salvar.
California vive momentos dramáticos de nuevos brotes de covid, que incluyen además problemas de distribución y logística para empezar a vacunar.
El estado intenta realizar la campaña de inmunización masiva «con la urgencia que el momento requiere y la urgencia que reclama la gente», pero al presente apenas el 1% de los 40 millones de habitantes del estado han recibido la vacuna, dijo el gobernador demócrata.
Las 454.000 dosis de vacuna aplicadas en el estado representan apenas un tercio de las casi 1,3 millones recibidas hasta el momento, de acuerdo con el Departamento de Salud Pública.
En todo el país, las inmunizaciones proceden con una lentitud mayor que lo previsto debido a obstáculos logísticos y distintos enfoques de los estados y distritos. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos dijeron el lunes que se han aplicado casi 4,6 millones de inyecciones.
El lunes, las cifras de California desde el inicio de la pandemia superaron las 26.500 muertes y casi 2,4 millones de casos confirmados. Los hospitales están abrumados por más de 22.000 enfermos de COVID-19, 4.700 de ellos en unidades de cuidados intensivos, de acuerdo con el Departamento de Salud Pública.