El régimen de Daniel Ortega anunció este viernes que se ha iniciado de forma oficial el proceso de salida de la Organización de Estados Americanos (OEA), después que descalificara las elecciones generales del 7 de noviembre, en las que se impuso el presidente Ortega para un quinto mandato.
El ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada, confirmó que, siguiendo las instrucciones del presidente, Daniel Ortega, procedió a presentar al secretario de la organización, Luis Almagro, una denuncia por “intromisión” en los asuntos internos y el consiguiente deseo del país de “abandonar la entidad”. Además considera “continuas muestras de injerencia”.
“Nicaragua defiende la independencia, soberanía y autodeterminación del pueblo, en respeto a su ordenamiento jurídico interno y los dictámenes mundiales”, señaló Moncada, que indicó que “frente a las acciones violatorias de la OEA y Estados Unidos, manifestamos nuestra renuncia a esa organización, instrumentalizada bajo intereses del país norteño”.
Así, trasladó que la decisión fue tomada después de que la Asamblea Nacional denunciara la Carta de la OEA y matizó que el “pueblo y Gobierno de Nicaragua renuncian a formar parte de esta organización cautiva de Washington”.
Este jueves, el Tribunal Supremo de Justicia de Nicaragua pidió a Ortega que iniciara el proceso de retirada de la OEA mediante la denuncia de la Carta del organismo, sumándose así a la petición del Parlamento, compartieron los medios internacionales.
Previamente, la Asamblea Nacional había hecho referencia al artículo 143 de la Carta Democrática, en el que se estipula que esta “podrá ser denunciada por cualquiera de los Estados miembro, mediante comunicación escrita a la Secretaría General, la cual comunicará en cada caso a los demás las notificaciones de denuncia que reciba”..
“Transcurridos dos años a partir de la fecha en la que la Secretaría General reciba una notificación de denuncia, la presente carta cesará en sus efectos respecto del estado denunciante”, recoge el documento.
Después de los comicios celebrados el pasado domingo 7 de noviembre, entre acusaciones de fraude y críticas por la represión del régimen a la oposición y críticos, la OEA aprobó una resolución en la que declaraba “ilegítimas” las elecciones, llamando a una “evaluación colectiva inmediata” con el fin de “tomar las acciones apropiadas” respecto a Nicaragua.
Según la resolución, las elecciones presidenciales del domingo en Nicaragua “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”. El documento afirma además que las autoridades de Nicaragua han ignorado todas las recomendaciones de la organización, según publicación de Infobae.com.
Además de la OEA, la Unión Europea, y una parte del resto de la comunidad internacional, rechazaron las elecciones de Nicaragua.
Por el contrario, entre los países que han felicitado a Ortega por su reelección se encuentran sus aliados de Bolivia, Corea del Norte, Cuba, Irán, Palestina, Rusia, Siria, Venezuela y Vietnam