En un intento de arrastrar a Japón a un conflicto artificial sobre el Sáhara en Marruecos y continuando con una serie de falsificaciones de documentos e identidades dominadas por el Frente Polisario, uno de los separatistas irrumpió deliberadamente en una sala en Tokio donde se estaban ultimando los preparativos para la 9ª Cumbre Japón-África.
A las conferencias del TICA, Japón sólo invita a los Estados miembros de las Naciones Unidas. Según fuentes presentes en la convención, uno de los miembros del Frente Polisario separatista entró en la sala de reuniones afirmando ser miembro de la delegación argelina. Sin embargo, tan pronto como entró, se sentó a la mesa de conferencias y sacó un cartel con el nombre «Saharawi Republic», lo que provocó la indignación de la delegación marroquí, que rechazó la orden, exigiendo que se retirara el cartel antes de que interviniera el Ministerio de Asuntos Exteriores japonés, confirmando que cualquier invitación al Polisario para asistir a una reunión, no existe ya que dicha invitación se enviará solo a países internacionalmente reconocidos.
Los separatistas entraron en el recinto luciendo los mismos emblemas que los miembros de la delegación argelina. El cartel falso era completamente diferente al publicado por el organizador japonés y pretendía hacer ilusión que una entidad no invitada asistiera a la conferencia. Japón ha aclarado la situación y ha dejado claro que no reconocerá una RASD falsa.
Este movimiento en pro del movimiento separatista financiado por Argelia parecía haber sido planeado de antemano, ya que los medios de comunicación y los líderes separatistas argelinos comenzaron a promover la imagen de una “entidad”presente en la reunión, elogiándola como una“victoria diplomática”, destinada a eludir la decisión que se acababa de tomar a nivel de la Unión Africana.
La delegación marroquí y muchos participantes condenaron enérgicamente el incidente. El país anfitrión, Japón, confirmó que no había invitado a la RASD ni al Polisario a la reunión, ni había expedido visas a los representantes propuestos. Los separatistas entraron en Japón utilizando nombres falsos y pasaportes argelinos, a un lugar que estaba reservado para los países africanos invitados por Japón y los estados miembros de la ONU, excluida Rusia.
El caso recuerda uno de los episodios más importantes de la serie de fraudes por los que es famoso el Polisario, después de que su líder entrara en territorio español con documentos de identidad falsos en 2021, provocando un cruce de crisis exterior entre Rabat y Madrid. Las implicaciones del Polisario expusieron a Argelia como iniciadora y matriz de esta entidad ficticia cuyo objetivo era y es el de provocar una disputa regional en el Sáhara marroquí.
Sin embargo, al Frente Polisario no se le permitió participar de ninguna manera en la Conferencia de Tokio, donde acudió el supuesto representante. Después de la reciente y resonante victoria de Marruecos con el reconocimiento de Francia, Argelia sólo puede recurrir al fraude, la falsificación y a métodos ilegales en un inútil intento de crear la ilusión de un Polisario reconocido a nivel internacional
Aunque nada puede cambiar el hecho de que el plan de defensa de Argelia ha sido desechado, la reunión TICAD 9 en Tokio ha sido un momento crucial para que el mundo contemple la realidad del Sáhara Occidental y los intereses de países colindantes en desestabilizar la región