En Estados Unidos surge la preocupación por la posible escasez de cervezas y gaseosas como consecuencia de las medidas de confinamiento adoptadas para luchar contra la pandemia del coronavirus.
Los principales proveedores del CO2, necesario para la carbonización de las bebidas, son las compañías que fabrican etanol y que obtienen el CO2 como un derivado del proceso de la fabricación de su producto principal.
Al mismo tiempo, la producción de etanol ha caído drásticamente debido a la reducida demanda de gasolina como resultado de las medidas de confinamiento, lo cual podría repercutir en la industria de las cervezas y las gaseosas.
La demanda de gasolina cayó más del 30 % en Estados Unidos, reporta Reuters. A su vez, los proveedores de CO2 a los fabricantes de cerveza han aumentado sus precios en un 25 %, sostiene Rob Pease, director ejecutivo de la Asociación de Cerveceros, que representa a pequeños e independientes productores de cerveza de Estados Unidos. Este grupo obtiene un 45 % del CO2 de los productores de etanol. «El problema se está acelerando. Cada día estamos escuchando a más de nuestros miembros sobre ello», señala Pease.
Ante este panorama, algunos productores de cerveza en Estados Unidos comenzaron a buscar fuentes alternativas al CO2.
El mes pasado se reportó que la pandemia y las medidas tomadas contra su propagación aumentaron las ventas de alcohol en un 55 % en la penúltima semana del marzo, y en particular, las ventas de cerveza se incrementaron un 42 %.
La Organización Mundial de Salud instó a los gobiernos a restringir la venta de alcohol durante la pandemia. La bebida no es protectora frente al covid-19, y por el contrario, podría exacerbar la vulnerabilidad de la salud, según la OMS.