El presidente de Panamá, José Mulino, ha desplegado miles de agentes para reforzar la lucha contra las pandillas, inspirándose en el modelo de seguridad implementado por el presidente Nayib Bukele en El Salvador.
Mulino destacó que las pandillas se aprovecharon de la falta de liderazgo en su país, pero aseguró que bajo su gobierno Panamá será una de las naciones más seguras de la región.
El impacto del Plan Control Territorial y el Régimen de Excepción, pilares clave del gobierno salvadoreño en la lucha contra el crimen, ha trascendido fronteras. En Ecuador, el presidente ha anunciado la construcción de nuevas cárceles, siguiendo el ejemplo del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la mega cárcel en El Salvador que alberga a miles de pandilleros bajo estrictas medidas de seguridad y aislamiento.
En Argentina, el presidente Javier Milei envió a altos funcionarios a El Salvador para estudiar de cerca las políticas de seguridad salvadoreñas. Los representantes argentinos visitaron el CECOT y evaluaron el Régimen de Excepción para evaluar su implementación en Argentina, país que enfrenta altos niveles de violencia.
Asimismo, la República Dominicana se ha interesado en replicar el modelo salvadoreño. A través de sus ministros, el gobierno dominicano ha obtenido información directa sobre los logros alcanzados por El Salvador en su lucha contra las pandillas.
El impacto del «modelo Bukele» no se limita a mandatarios, sino que también ha influido en candidatos a cargos menores en países como Colombia, México, Ecuador, Paraguay, Guatemala y Haití, quienes han adoptado la estrategia de seguridad de Bukele como referente en sus campañas políticas.
El Salvador, que en el pasado fue considerado la capital mundial del homicidio, hoy es reconocido como el país más seguro del Hemisferio Occidental y el octavo a nivel mundial, gracias a la firmeza y efectividad de las políticas de seguridad del gobierno de Bukele.