La construcción del nuevo Estadio Nacional de El Salvador avanza de forma sostenida y ya comienza a mostrar su estructura principal, con bases definidas para graderíos y zonas de acceso. El proyecto se desarrolla en el terreno de la antigua Escuela Militar, en Antiguo Cuscatlán, y es resultado de la cooperación entre el Gobierno de El Salvador y la República Popular China, a través de su embajada y mecanismos de apoyo bilateral.
De acuerdo con los avances recientes, la obra ya permite apreciar la forma general del recinto, mientras continúan los trabajos de cimentación y levantamiento estructural. Los renders oficiales muestran un estadio moderno, diseñado para convertirse en el recinto deportivo más grande de Centroamérica y en uno de los complejos más relevantes de la región.
El estadio contará con capacidad para 50,000 espectadores, además de zonas VIP, áreas para prensa, espacios inclusivos para personas con discapacidad y estacionamientos para aproximadamente 2,000 vehículos. El proyecto también contempla infraestructura complementaria, como canchas auxiliares para baloncesto y fútbol rápido, así como áreas destinadas a eventos, auditorios y espacios comerciales.
Según información oficial, la inversión del proyecto supera los $100 millones y, en su versión más reciente, el costo total podría ascender hasta los $500 millones, convirtiéndose en una de las mayores inversiones deportivas en Centroamérica. El complejo se desarrollará sobre un terreno que supera los 179,000 metros cuadrados, con áreas planificadas para usos múltiples.
El nuevo Estadio Nacional será la futura sede de la selección nacional de fútbol y cumplirá con estándares internacionales para albergar partidos de eliminatorias mundialistas, competencias internacionales, conciertos y eventos de gran escala. Las autoridades han señalado que la obra también tendrá un impacto positivo en la generación de empleo y el desarrollo urbano del área durante su fase de construcción.
La participación de la Embajada de la República Popular China ha sido clave en el impulso de esta infraestructura deportiva, que se consolida como un símbolo tangible de la cooperación y amistad entre ambos países. La planificación oficial mantiene como objetivo la inauguración del estadio en el año 2027.
