El Salvador expuso los avances de desarrollo y de seguridad en la Segunda Cumbre de Desarrollo Social, encuentro de alto nivel que tiene lugar en Doha, Qatar, del 4 al 6 de noviembre. El país estuvo representado por la embajadora de El Salvador ante Naciones Unidas, Egriselda López, quien se refirió a las transformaciones que ha experimentado la nación, a partir de las políticas públicas impulsadas por el Presidente Nayib Bukele.
“Bajo el liderazgo del Presidente Nayib Bukele, El Salvador decidió cambiar su destino. Recuperamos la seguridad y con ella la esperanza. Porque sin seguridad, no hay inversión; sin estabilidad, no hay empleo; y sin paz, no puede haber desarrollo social”, destacó la diplomática salvadoreña.
En esa línea, añadió que el Gobierno ha impulsado “la productividad, la innovación y la inversión en sectores estratégicos, siempre con una meta clara: mejorar la vida de nuestra gente”.
Para ello, se ha trabajado en la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad fiscal se han consolidado como pilares de esta transformación. “Nuestro país ha demostrado que es posible fortalecer las finanzas públicas y recuperar la confianza de los mercados sin sacrificar la inversión social ni los programas que más benefician a las familias”, enfatizó la embajadora López.
Además, mencionó que la visión de desarrollo también reconoce las necesidades y aspiraciones de distintos grupos poblacionales. “El Plan de Desarrollo y Protección Social articula acciones concretas para erradicar la pobreza y promover la inclusión económica, priorizando a las familias más vulnerables”, señaló.
Asimismo, señaló el impulso de la Política Nacional de Cuidados, que reconoce el valor del trabajo de cuidados y promoción de la corresponsabilidad entre el Estado, las familias y la sociedad. “Y a través de programas innovadores como ALDEA, impulsamos el empleo y el desarrollo de habilidades para mujeres, jóvenes, personas con discapacidad y migrantes retornados, beneficiando a más de 40,000 personas”, afirmó.
En ese sentido, señaló que El Salvador reconoce a la movilidad humana “como una fuerza transformadora que puede vincularse al desarrollo”. Señaló, además, que nuestro país como “Campeón del Pacto Mundial para la Migración”, ha fortalecido el vínculo con nuestra diáspora y ampliado la protección a quienes retornan.
“El Salvador demuestra que la seguridad, la estabilidad y el desarrollo no son metas aisladas, sino partes de una misma ecuación. Y cuando avanzan juntas, el progreso se vuelve posible”, concluyó la embajadora López.
