El entierro de los restos del policía Héctor Ulises Flores fue acompañado por un numeroso grupo de amigos, y vecinos de la comunidad donde el agente de élite residía, situada a las afueras del municipio de Candelaria, en el paracentral departamento de Cuscatlán.
Héctor Ulises, un integrante de la Sección Táctica Operativa (STO), murió el 30 de noviembre de 2017 al repeler un atentado a tiros de pandilleros de una clica que delinque en el municipio de Jucuapa y municipalidades vecinas, en el departamento de Usulután.
En esa ocasión, la patrulla especializada abatió a uno de los atacantes, mientras el resto se dio a la fuga, entre ellos uno de sus cabecillas conocido por los alias del Wason, Petrov o Dormilón, un pandillero con un amplio record delictivo de nombre Wilfredo Granado Romero (31).
Anoche, un año y siete meses después de aquel atentando, policías de la STO repelieron un ataque de esta clica suscitado en el barrio Analco del municipio de Santa Elena, siempre en Usulután, donde cayeron abatidos dos de los delincuentes, logrando la detención de tres sujetos más. Tras el ataque, las autoridades incautaron tres armas de fuego utilizadas por los criminales en la agresión.
Uno de los ultimados fue el Wason. Contra él pesaban órdenes de captura por los delitos de homicidio en grado de tentativa y homicidio agravado giradas por juzgados usulutecos. Tenía antecedentes, además, por agresión sexual, resistencia y tenencia ilegal de arma de fuego.
Con la muerte del Wasón y su cómplice se elevan a diez los pandilleros fallecidos durante los últimos 10 días en atentados perpetrados en contra de policías. El pasado miércoles, dos pandilleros fueron abatidos a las afueras de Ahuachapán por un policía que logró repeler el ataque terrorista. En el lugar se incautó un revolver empleado por los criminales.
Mientras que el domingo anterior, policías de la STO que patrullaban a las afueras del municipio de Guatajiagua, en el oriental departamento de Morázan, sorprendieron a un grupo de pandilleros, quienes al verse descubiertos abrieron fuego en contra de los agentes de élite con el saldo de dos de los agresores muertos y el decomiso de un fusil AK-47, una pistola y una granada, entre otros objetos.
A mediados de la última semana de junio, tres pandilleros fueron abatidos en el municipio de San Martín, San Salvador, y uno más a las afueras del municipio de Texistepeque, en el occidental departamento de Santa Ana, cuando patrullas de la policía repelieron dos ataques armados de pandilleros. Tras los incidentes las autoridades decomisaron dos fusiles M-16.
En general, durante los últimos días y a través de estos procedimientos, la policía arrebató a las pandillas una decena de armas de fuego, entre estas cuatro fusiles de asalto, abatió a 10 pandilleros y detuvo a cuatro, debilitando a estas agrupaciones, entre estas a la responsable del atentado donde murió Héctor Ulises.