Los dos años de gestión del Presidente Nayib Bukele y su equipo de Gobierno registran logros importantes a favor de proteger la economía familiar, estimular las actividades productivas y convertir al país en un destino seguro.
ECONOMÍA
En el período más crítico de la pandemia, el Gobierno implementó medidas como el pago diferido de los servicios, la distribución de paquetes alimentarios, una estricta vigilancia de los precios a los consumidores y la protección de las cosechas agrícolas. La entrega del bono por $300 por hogar es una medida que también generó alivio.
Más allá de la respuesta frente al COVID-19, las familias han sido beneficiadas con mejores condiciones para acceder a una vivienda digna, a través de mejores líneas de crédito, entregas de escrituras y contribuciones para invertir en la propiedad.
Además, el Gobierno amplió la cobertura del subsidio del gas. Incluso ha facilitado que más de 100,000 personas participen en el sistema financiero formal.
Algunos resultados que se pueden destacar está la recuperación de $38.9 millones a favor de los consumidores, la inversión de $11.3 millones en el programa de contribuciones para vivienda y una cosecha de 19.5 millones de quintales, entre maíz blanco y frijol.
Con el trabajo coordinado entre instituciones, fue posible poner en marcha el FIREMPRESA por más de $600 millones. Con este instrumento, 54,249 beneficiarios ya tienen una solución financiera, aprobados hasta la fecha $325.9 millones en diferentes líneas de financiamiento.
Entre los logros registrados con estos esfuerzos, destaca el incremento de las exportaciones en 27.5 %, las operaciones de la primera planta eólica en el país y de la planta fotovoltaica con mayor capacidad en Centroamérica.
La exitosa ejecución de la etapa final de FOMILENIO II, así como la celebración de dos torneos internacionales de surf, son avances firmes que confirman a El Salvador como un destino seguro para visitar y para invertir.
SALUD
En los primeros dos años de administración se ha iniciado una histórica transformación del sistema de salud público, con la que ya se ha beneficiado a millares de pacientes, a pesar de la pandemia de COVID-19.
El Gobierno está invirtiendo en la modernización del sistema, construyendo nueva infraestructura, ampliando áreas de atención en hospitales, se cuenta con medicamentos en las despensas de las farmacias, insumos médico-quirúrgicos, equipos de última generación tecnológica.
Además, se incorporó el financiamiento para el cumplimiento de la Ley del Escalafón para beneficiar al personal de salud, así como para la nivelación de plazas de especialidades, del personal del Fondo Solidario para la Salud (Fosalud) y pago de nocturnidad.
Se está avanzando para mejorar la atención de los pacientes, acortando el tiempo para las citas. Los salvadoreños que pasan la consulta, ya no se quedan únicamente con la receta en las manos: ahora regresan a su casa con los medicamentos.
A este Gobierno le tocó enfrentar la pandemia de COVID-19, que ha servido para demostrar la capacidad de gestión y de reaccionar ante esta adversidad por la que se está pasando. El resultado a esta fecha ha sido muy positivo porque, a pesar de lo difícil que ha sido enfrentar una crisis sanitaria global, se mantiene la menor cantidad de personas contagiadas y letalidades a causa de esta enfermedad.
El trabajo articulado entre las instituciones del Gobierno ha contribuido para abordar efectivamente el problema de la pandemia y proteger a la mayoría de salvadoreños, además de que se está avanzando con un proceso ejemplar de vacunación para inmunizar a la población contra el virus. Para el Presidente de la República el principal objetivo es salvaguardar la vida de la población, siempre.
Hace dos años se tenía un sistema hospitalario de salud en ruinas, deprimido, no había medicinas, poco personal, equipos médicos inservibles y obsoletos. Hubo necesidad de correr para cambiar todos eso y poder hacer frente a la pandemia. Todavía hay mucho por mejorar, pero se ha avanzado en busca de la excelencia.
INFRAESTRUTURA
El baipás de La Libertad, “Camino a Surf City”, pasó de ser una insignia de la corrupción del pasado a ser una de obras más importantes de infraestructura del país, debido a que es primordial para la implementación de la política “Surf City”, que desarrollará la costa salvadoreña con inversión pública y privada, programas sociales e incentivos económicos.
Esta obra vial, que incluye el viaducto más alto y largo del país, ha servido como dinamizador del turismo en la zona costera. La obra se construyó con una inversión de $61.5 millones y beneficia a toda la zona y a todos los turistas que visitan las playas de La Libertad y su entorno, lo que generará un cambio en las condiciones de lugar.
También se ha avanzado en la ejecución de la etapa uno del Periférico Gerardo Barrios, en San Miguel. Este proyecto se ha convertido en la obra de infraestructura vial más importante en la historia del oriente del país y busca solucionar el tema vial y vehicular de la ciudad más importante de esta región de El Salvador.
Además, se le apuesta a crear un impacto significativo en las actividades económicas a nivel regional. Este baipás es otra de las iniciativas que se ejecuta después de varias décadas de haber sido prometida a los habitantes de San Miguel por gobiernos anteriores, sin ser colocada ni una piedra.
También el Ministerio de Obras Públicas (MOP), trabaja en otros proyectos estratégicos como la construcción del Periférico Claudia Lars, entre San Juan Opico y Sacacoyo, y la nueva carretera Panamericana en el tramo de Los Chorros con el viaducto en la zona, con lo que se busca solucionar los problemas de tránsito vehicular y la vulnerabilidad del entorno.
En cuanto a mitigación de riesgos, el Gobierno se encuentra realizando los trabajos finales de protección y eliminación de una cárcava en la Residencial Santa Lucía, Ilopango, un problema de gran dimensión que amenazó por décadas la vida y el patrimonio de las familias y que hoy tiene una clara respuesta.
La misma apuesta, en la reducción de la vulnerabilidad, se ha aplicado en diferentes puntos de el país que sufren este problema cada año, con la llegada del invierno. Es otro de los compromisos del Gobierno: proteger a los salvadoreños, su entorno y sus viviendas.
A todo esto, hay que agregar cientos de kilómetros de vías pavimentadas, construcción de puentes y el nuevo tramo de la carretera Litoral entre Comalapa y Zacatecoluca, entre otras obras de gran incidencia en la sociedad.
El Gobierno del Presidente Nayib Bukele ha marcado un antes y un después de cómo se debe hacer la gestión pública y hoy, a dos años de administración, reafirma su compromiso por continuar bajo la misma ruta de ejecutar obras que beneficien a todos los salvadoreños y que tengan un impacto positivo para El Salvador.
SEGURIDAD
En el pasado quedaron los días con promedios de hasta 30 asesinatos, generados por el desinterés de los anteriores gobiernos que nunca encontraron solución a una problemática que le afectaba a la mayoría de la población salvadoreña.
Cuando el Presidente Bukele asumió el cargo, El Salvador registraba una tasa de 50 homicidios por cada 100,000 habitantes. Con las acciones incluidas en el Plan Control Territorial en el primer año se obtuvo una baja a 36 homicidios por cada 100,000; mientras a la fecha se contabiliza 19 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Con la implementación de la estrategia de seguridad ya suman 41 días sin asesinatos durante los primeros 24 meses del actual Gobierno, logrando una baja en la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes.
El Presidente Bukele ha mantenido su visión de promover la dignificación policial, impulsando beneficios económicos al personal operativo y administrativo de la Policía. Además de promover la mayor cantidad de ascensos en la historia de la corporación policial.
Con los ascensos se está cumpliendo una deuda histórica con el cierre de cuatro centros penales durante la administración del Presidente Bukele. Además, se ha construido más espacios en el centro penal de Mariona para reducir el hacinamiento en el sistema penitenciario.
También se han trasladados a los privados de libertad que permanecían en las bartolinas policiales, las cuales no son espacios adecuados para albergar a reclusos procesados y mucho menos condenados. El sistema penitenciario que en el pasado tuvo momentos con más del 150 % de hacinamiento ha logrado reducir a un 8 % con la construcción de nuevos y mejores espacios.
El abordaje positivo en materia de seguridad pública ha dinamizado la economía del país, ha generado confianza a nivel internacional y ha hecho que los inversionistas vean a El Salvador como un destino para proyectos estratégicos, que generarán desarrollo a favor de los ciudadanos.