Como las vueltas que da una pelota en una cancha de fútbol, así fue el giro que dio la vida del exjugador de la Liga Mayor de Fútbol, Enmanuel “El Payaso” Osorto, quien ahora brilla en un circo de Dubái.
El exdelantero del Firpo, Juventud Independiente y algunos equipos de la Segunda División, quien al mismo tiempo actuaba en un circo de la familia en El Salvador, fue contratado por una empresa norteamericana para realizar un show en la Ciudad en Emiratos Árabes Unidos.
Osorto fue un jugador destacado en el Juventud Independiente, en la Liga Mayor. Ahora, una estrella en el circo de Dubái. Fotos Cortesía
Enmanuel Osorto junto a su primo, Walter Osorto, son las figuras del péndulo de la muerte, en el show en Dubái.
“Pues la verdad la vivo al máximo y le doy gracias a Dios que me ha dado la oportunidad de poder tener nuevas experiencias en esto maravilloso que es nuestro arte circense”, comentó Osorto.
Hace tres años que se retiró del fútbol profesional, siendo el AD Destroyer de la Segunda División, el último equipo en el que militó. Los constantes problemas de pago en los equipos que militó lo motivaron a colgar los tacos y dedicarse a su propio negocio, que completaba lo del circo.
“Son etapas, la verdad, y la verdad que sí, porque, bueno, este contrato que tengo es un contrato, gracias a Dios, muy bien pagado. Y lo más importante es que no es mucho tiempo de contrato, sino que solamente vine por un mes y diez días. La verdad, estoy agradecido con Dios por esta oportunidad, porque me ha vencido de una gran manera”, confesó.
Celestia Nouveau es la productora norteamericana con la que trabaja el salvadoreño, junto a su primo Walter Osorto. Realizan la arriesgada rutina del péndulo de la muerte, que consiste en hacer malabares arriba de una ruleta en movimiento y sin protección. Esto también le está abriendo la oportunidad para viajar a otros países.
Osorto también acepta que el idioma ha sido un poco complicado, pero que con las expresiones del público ha recogido buenas sensaciones de esta aventura: “Es bien lindo cuando el público te mira con mucha admiración después de alguna rutina. Sus rostros, gritos, aplausos son bonito. A su idioma te felicita, emocionados y yo me emociono”, dijo.