El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado esta noche, en una alocución televisada desde el Elíseo, un nuevo confinamiento en Francia. Su duración será de un mes, hasta el primero de diciembre.
A partir de este viernes deberán cerrar todos los comercios no esenciales y establecimientos que reciban público. La restricción de movimientos será muy severa, parecida a la del confinamiento de la primavera.
Las escuelas permanecerán abiertas, pero las universidades tendrán que ofrecer las clases de modo telemático. Será necesario un certificado para salir de casa a hacer compras, ir al médico, visitar a algún familiar vulnerable, llevar los niños a la escuela o “tomar el aire” en las inmediaciones del domicilio.
Los detalles serán puntualizados mañana por el Gobierno. Los servicios públicos oficiales seguirán funcionando. También trabajarán las empresas -aunque al máximo mediante el teletrabajo–, continuaran las obras públicas y la construcción. El desplazamiento entre regiones será autorizado si existe un motivo que pueda acreditarse. Las fronteras con otros países europeos permanecerán abiertas.