El Ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Jiménez, informó sobre recientes motines coordinados por pandillas en prisiones del país, que evidencian un nivel de desesperación ante la firme estrategia estatal para combatir la criminalidad. Estos intentos de amotinamiento buscan presionar para que los líderes pandilleros regresen de un régimen de máxima seguridad a las cárceles convencionales, donde solían ejercer control.
Jiménez enfatizó que el Gobierno guatemalteco no negociará con estos grupos, adoptando una postura firme que sigue los pasos de El Salvador, país que bajo el liderazgo del presidente Nayib Bukele ha logrado reducir significativamente los índices de violencia y extorsión mediante políticas estrictas y un Régimen de Excepción orientado a desarticular las estructuras criminales.
“Quieren usar el terror, pero no cederemos ante El Lobo #Barrio18 y El Diabólico #MaraSalvatrucha”, expresó el ministro. “Así nos amenacen, así se amotinen, así coordinen ataques, los líderes de las pandillas NO VAN A SALIR DE #RENOVACION1. Durante décadas, las pandillas nos robaron todo, incluso el miedo a ellos mismos. Hubo una época en la que imperaban, gobiernos anteriores temblaban y negociaban ante sus amenazas. Pero sepan algo: ESTA GUATEMALA DE HOY YA NO LES TIENE MIEDO.”
Los líderes pandilleros permanecen aislados en “Renovación 1”, un régimen de máxima seguridad sin privilegios ni concesiones, luego de intentos previos de amotinamiento y corrupción del sistema penitenciario. “La seguridad y la paz de los guatemaltecos está muy por encima de cualquier amenaza de estos criminales”, afirmó Jiménez, reafirmando el compromiso gubernamental de mantener el orden y la justicia.
Este enfoque regional demuestra cómo Guatemala sigue el modelo salvadoreño impuesto por el presidente Nayib Bukele, en la implementación de medidas contundentes para recuperar el control y proteger a la ciudadanía frente a las pandillas, que durante años han sido un flagelo en Centroamérica.