Esta iniciativa está liderada por el presidente ad honórem del Instituto Nacional de los Deportes (INDES), Yamil Bukele, y respaldada por el Gobierno de El Salvador, con una visión clara: construir un sistema deportivo sólido, sostenible y con identidad salvadoreña. El Salvador ha comenzado una transformación histórica en su deporte base, un movimiento que parte desde la educación en valores hasta la formación y proyección de talentos hacia el alto rendimiento.
Uno de los puntos de partida fue el exitoso programa LaLiga, Valores y Oportunidad, que ya ha impactado a más de 26.000 niños y niñas en todo el país a través de 263 escuelas socio deportivas de fútbol, y a más de 341.785 niños y niñas, implementado 4.657 capacitaciones y formando a más de 900 monitores y monitoras que inciden en ellos a través del deporte convirtiéndolo en una herramienta para formar una juventud comprometida, respetuosa y disciplinada. Este modelo ha sembrado una base firme de trabajo ético, juego limpio y trabajo en equipo.
Ahora, con el programa INDES PRO TALENT, se da un paso decisivo hacia el futuro: convertir como base de actuación una plataforma de desarrollo de talento real a nivel nacional, multideportiva y con especial relevancia en el fútbol, donde los jóvenes tengan la oportunidad de crecer, competir y soñar en grande.
Una estructura que une formación y alto rendimiento
INDES PRO TALENT avanza bajo siete líneas estratégicas que garantizan su sostenibilidad y escalabilidad:
Formación técnica del más alto nivel, incluyendo preparación física, nutrición, salud mental y psicología deportiva.
Mapeo nacional del talento, identificando potenciales en categorías tempranas mediante criterios técnicos, físicos y actitudinales.
Creación de las Academias INDES TALENT, con una estructura por categorías (Sub-13, Sub-15, etc.) y bajo una metodología única y diferencial, partiendo como punto de salida con la 263 ya creadas.
Evaluación continua, con indicadores (KPIs) deportivos, formativos y sociales.
Reposicionamiento institucional, que transforma una red de valores en una verdadera plataforma nacional de talentos.
Implementación progresiva, utilizando las escuelas existentes como base para nuevas academias de talento.
Alianzas sostenibles con clubes, federaciones, universidades y todas las instituciones educativas para ampliar el alcance y mantener el impacto a largo plazo.
Además, el programa se expande sin necesidad de nuevas infraestructuras, gracias, por ejemplo, a la formación de monitores del sistema escolar, que replicarán el modelo en sus propios centros, generando espacios de desarrollo de talento directamente en el entorno educativo.