Ruth Maguire, de 30 años, iba casarse en agosto con James Griffin. Pero la joven murió la noche de su despedida de soltera en el pueblo irlandés de Carlingford.
La pareja ya llevaba varios años juntos y tenían tres hijos en común. Pero habían decidido formalizar el enlace con todos los rituales propios de las bodas, incluidos el de la despedida de solteros.
Por eso, el fin de semana pasado Ruth viajó con sus amigas. La noche del sábado no terminó bien: mientras festejaban en el bar, la futura esposa desapareció y nadie la pudo encontrar.
El domingo denunciaron la desaparición y el lunes la policía encontró el cuerpo de la joven en un río. Según las versiones preliminares, publicadas por BBC, se cree que Ruth confundió el camino de regreso al hotel y terminó en el agua.
Tras la devastadora noticia, Griffin escribió en su cuenta de Facebook: «Ella no era sólo mi compañera, era mi alma gemela» y detalló que desea que la madre de sus hijos sea enterrada con el vestido que iba a lucir en agosto.